sábado, octubre 20, 2007

Créete el cuento

Hace más menos 3 semanas la Karin me mostró un texto que había leído el día anterior frente a un grupo de gente. Justo coincidió con Hiom Kipur, una fecha que yo, personalmente, me replanteo todo lo que ha sucedido a lo largo del año. Para empezar a escribir lo que quiero decir, voy a citar lo q ella escribió: "¿Cuántas son las cosas que callamos, que queremos expresar, y las guardamos, y las sepultamos en el fondo de nuestro cuerpo? Y me refiero tanto a las positivas como a las negativas. ¿Cuántas veces hemos querido expresar que algo nos molesta, pero optamos por callar? Para no causar problemas, por miedo a ser rechazados, o simplemente porque es más fácil callar que hablar. Y, ¿cuántas otras veces hemos querido abrazar, decir te quiero, te extrañé, te necesito, o simplemente entregar una sonrisa… y callamos? También por temor, a salir de los estándares y hacer el ridículo".

reconozco que sus palabras me conmovieron mucho, pero principalmente esa parte que acabo de citar puso frene a mi un espejo en el cual me reflejé. Vi mis miedos, virtudes y ataduras. Me reencontré cara a cara con mis sentimientos, los cuales había olvidado por los desencuentros que tuve con aquellos encuentros.
Confieso que durante estas semanas he tenido la inspiración estancada... nuevamente me cerré como una ostra y limité mis esperanzas para no tener que soñar con algo que quizás jamás llegará.
Anoche en un carrrete, de un momento a otro salí a habalr con Luis, mi ameba, y fue como un reencuentro, de hecho, a pesar de estar ambos algo chambriados citó una cosa que, según él, yo le había dicho hace varios años, yo hasta ahora no me acuerdo xq y cómo fue que se lo dije, pero me hizo tanto sentido. Me di cuenta de que aunque yo sea una insoportable de mierda, solo cuando quiero, mis amigos me quieren, me oyen y me cuidan.
Los sentimientos se viven y se sienten el el corazón, en el pecho, pues según mi teoría algo "romántica" el pecho es el centro del cuerpo y como tal ahí vive el alma, esa que te revela las maravillosas virtudes de la otra persona y así se van formando vínculos y encuentros que nunca serán desencuentros.
Asumo que me cansé. Me cansé de servirle a la gente y que después de mucho tiempo se de cuenta del valor que tenían las cosas en su momento. Me cansé de ser la buena amiga que apoya, escucha y acoge. Me cansé de anteponer al resto por sobre mi. Como me dijo ayer Luis "Tu eres la prioridad número uno en tu vida... créete el cuento".
No sé si todo lo que escribí tiene algo de sentido, pero por lo menos me sirvió para vaciar la inspiración alicaída y entretenerme un poco en el trabajo, que cada fin de semana lo encuentro más latero.
Lo pasé demasiado bien anoche... a veces son buenos los reencuentros después de varios desencuentros.
PD. Espero que los que vean esto y les guste me posteen... es una forma de llevar un registro de las cosas buenas q pasan a veces en la vida. Para q no se olviden.
pdd: Todo lo anterior lo escribí hace un tiempo, pero lo había dejado en stand by...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Es verdad lo que dices. Cuantas veces escondemos lo que sentimos por miedo a herir , quedar mal o veguenza. Debo confesar que ami me cuesta mucho esa parte, pero es algo que es posible de ir superando y que es bastante bueno , ya que te alivias de las ataduras de no poder expresar lo que sientes.
Bueno un besito amiga y siga escribiendo tan lindo como siempre besitos chau

Anónimo dijo...

Uf amiga. Me conmoví harto también con todo lo que escribiste, por un lado porque ahí estoy yo y me pareció ver el espejo de mi espejo..., y porque supongo que al carrete te refieres a mi titulación, y eso también me movió muchas cosas (el piso, por ejemplo, jajaja). Y creo que no sólo a mí, sino a los múltiples encuentros que se generaron.
No sé mucho qué más decir. A mí también a veces la inspiración se me estanca. Pero creo que hay que incentivarla... igual que a los encuentros, y a los sentimientos, tan bellos, que hemos tenido últimamente.
Un abrazo y te quiero mucho.
Karin.