domingo, noviembre 28, 2010

2010

Este año han pasado muchas cosas y muy rápido, pareciera como si el terremoto apuró más procesos naturales de cada cual he hizo que nos viéramos de frente, sin tapujos.
La primera vez que me miré a mi misma fue en mayo cuando de una conversación potente surgió una simple pregunta. Aquella noche vertí todo lo que había guardado hace meses, tal vez hace años. Mis temores se disiparon en ese momento y por primera vez en mi vida conté cosas que no se las había contando a nadie. Hasta lloré.

Me cuestioné muchas cosas, muchas actitudes, quizás falta de criterio, no lo sé, pero lo que más me cuestioné fue el hecho de que con 27 años no había disfrutado ni la cuarta parte de mi vida. Recordé este verano cuidando niños y mirando el mar, pensando y ahogándome en la angustia por algo que duró tan poco, sin embargo, para mi fue casi una eternidad. Recordé y lloré pensando en aquella pena inmensa que no dejaba respirar, pero también recordé cuando miré aquellos ojos profundos y me volví a reencontrar en el fondo de ellos.

Este año ha sido intenso, me reencanté conmigo. Conocí gente nueva, me volví a enamorar y empecé a superar mis miedos. Me liberé de ataduras, dejé el estres y la responsabilidad dejó de ser mi mayor cualidad. Entendí que hay que liberarse y desprenderse porque no todo tiene la importancia que uno le atribuye.

Este año volví a bailar, a salir, a dormir 1 hora para volver a levantarme. Este año he reído con más ganas y las lágrimas son visitas recurrentes.
El 2010 ha sido caótico, sin embargo, he vuelto a creer, a verme reflejada en el espejo y darme cuenta que solamente rompiendo un poco mis barreras la vida fluye. Aprendí que no hay que ser tan rígida y que vivir no es estar en una eterna competencia, que la rabia hace daño y el orgullo aleja.

Durante estos meses descubrí que, si bien, unas de las mayores virtudes del amor es la falta de egoísmo, yo todavía no puedo desprenderme de la persona que amo y aún más aunque él persiga un sueño yo no voy a ser capaz de soportar su ausencia, sin embargo, por ahora solo sé que soy y me siento inmensamente feliz.

Gracias, 2010.

jueves, septiembre 02, 2010

Admito que...

Admito que soy: Leal
Admito que me gusta: Escribir
Admito que en el colegio:Era porra
Admito que en mi casa: Me siento bien
Admito que me digan: Las cosas como son
Admito que tengo: Muy buenos amigos
Admito que salgo: Todos los fines de semana
Admito que me encanta: Reir
Admito que no tengo: Trabajo
Admito que lo que más me fascina: Mis sobrinos
Admito que prefiero: que las cosas fluyan
Admito que mi MSN es: una forma más de comunicarme
Admito que mi Facebook es: Mi entretención
Admito que voy: a dormir
Admito que antes: Hacía otras cosas
Admito que ahora: Sólo tengo el ahora
Admito que no sé: Nada de la vida
Admito que no sabia: Nada
Admito que últimamente: he estado más melancólica
Admito que me fijo en: Las señales del destino
Admito que soy afortunada en: La vida
Admito que me gusta escuchar: La misma canción muchas veces
Admito que me gusta ver: Muchas veces la misma película

Admito que amo a: A mi familia, amigos y en especial a mis sobrinos
Admito que quiero mucho a: a quienes me rodean
Admito que mis padres: Los mejores
Admito que mi hermanos: las mejores
Admito que estoy esperando: Una señal
Admito que mi amor: Es enorme...
Admito que me comí: Chocolate
Admito que ayer: Fui feliz
Admito que hoy: Seré feliz
Admito que mañana: Intenraté ser más feliz
Admito que siempre: Es tarde
Admito que finalmente: Comprendí que hay cosas que no tienen perdón.

martes, junio 08, 2010

Y pasó...

Y pasó un verano. Pasó un terremoto, se movieron los cimientos de mi vida. Pasaron muchas conversaciones, explicaciones que estaban de más, miradas de perdón y dos besos en el auto.

Y pasó que entré a la universidad, pasó que conocí gente nueva, encontré el oasis que esperaba en medio del desierto y pasó que ahora me doy cuenta que ya no sé si siento lo mismo que hace algunos meses. Paradógicamente sé cómo me siento, pero no lo que siento. Por fin encontré el cause, me estoy reencantado con mis cosas y con la vida.

Pasó que ya no pienso en ti. Y pasó que ahora me doy cuenta de lo entretenida que puedo ser y que la verdad lo único que necesitaba un partner que solamente le gustaran un poco las mismas cosas que a mi.

Pasó que el fútbol ya no tiene relevancia y que unos motores no sólo se han transformado en un pensamiento, sino en un gusto. Pasó que te sigo queriendo como el primer día y que cada vez que me miras se viene todo el pasado encima, pero ya no creo que quiera seguir queriéndote como lo hago. Tengo la certeza que puedo volver a querer a alguien más y lo más importante quererme y sentirme feliz conmigo.
Pasó que me di cuenta que nada es tan intenso y doloroso como se vive y se piensa... pasó que probablemente tenían razón y lo que viene rápido, rápido se va...

viernes, abril 09, 2010

Flashback


Día a día revivo lo que pasó esa madrugada del 27 de febrero. Llegué a mi casa, me puse pijamas y pensé en tí. Para variar. A las 3.34 empezó el "acabo de mundo" y con él pensamientos tan devastadores como el propio terremoto, un terremoto que fue más de cimientos personales que materiales, un sismo de gran magnitud que cambió por completo mi forma de comportarme frente a ti, frente a lo de "nosotros". Sin embargo, igual pensé en ti y te mandé un mensaje y me respondiste... y nuevamente pensé en ti.

Con el "sismo" cambiaron mis parámetros, dejé de amargarme por que tu ya no estabas y tu ausencia se hacía más llevadera, pues podía ser yo sin tener que disimular lo que pasaba conmigo, cada vez que te veía y cuando abría el Facebook y veía alguno de tus estados "mamones" mansillando mi día.

Ya no estabas, y con tu ausencia tampoco estaban mis amarguras... te echaba increíblemente de menos, pero ya estaba resignada... Te volví a ver... te sentaste mi lado y sin decir nada te noté extraño... aletargado, más pensativo que de costumbre me miraste y te abriste... yo para variar te contuve y pensé ¿quién me contiene a mi? antes eras tu, ahora ¿quién?
Te miré fijamente y te dije "así como te sientes tu yo me he sentido durante meses" tu mirada se puso aún más profunda, te tomaste la cabeza y dijiste ¡perdoname! No tenía nada que perdonar.

Ahora tengo susto, incluso más susto que antes de aquel beso en pleno verano. Mi temor es que mientras te contengo nuevamente mires para el horizonte y te guste más el futuro que el presente... tengo susto que nunca te des cuenta de lo mucho que te quiero.

martes, enero 26, 2010

El descanso...


" ... Lo que estoy tratando de decir es... que entiendo lo que es sentirse tan pequeño e insignificante como es humanamente posible. Que te pueden doler en lugares que no sabías que tenías y por más que te cambies el pelo o vayas al gimnasio, o tomes copas con tus amigas te vas a la cama repasando hasta el último detalle y preguntándote qué hiciste mal o cómo pudiste malentenderlo. Y cómo durante ese breve instante pensaste que eras tan feliz. A veces te convences de que él va a ver su error y aparecerse y después de todo eso que puede ser un periodo largo o corto te vas a un lugar nuevo y conocerás a personas que harán sentirte bien de nuevo y recuperarás todos los pequeños pedazos de tu alma..."

viernes, enero 15, 2010


Pocas veces había sentido lo que ahora. No tengo pena, ni rabia, ni angustia, sin embargo, siento una opresión en el pecho que no me deja sacar la respiración completamente.
Tengo mil pensamientos en la cabeza y no sé cómo empezar a ordenarlos. Tengo ganas de acutar como suelo hacerlo y así dejar brotar mi ímpetu, pero me contengo, me controlo, no por ti, sino que por mí. Para no arrepentirme nuevamente de cosas que hice y otras tantas que no.
Cometí errores, me estanqué, para variar, y viví una ilusión que me hizo no echarte tanto de menos, aún cuando no te tenía al lado.
Me volví egoista y aunque no me gustaban un millón de cosas tuyas igual las acepté, pues juraba que haciendo eso me aceptaría un poco más a mi misma.
Pensé tantas veces que mi compañía te podría salvar y que mi forma de ser iba a curar un poco tus trancas, sin embargo, tus temores me los traspasaste y ya no pude sobreponerme.

No me falta el aire porque cambiaste o te renovaste y yo me quedé estancada respirando en el pasado. No me falta el aire y mi pena no es porque, a pesar, de ser una buena mujer no me elegiste. Mi desilusión es porque por más que te entregué toda mi compañía tu desidiste tirarla por un acantilado y finjir que nada pasaba.
Me mentiste, tapaste el sol con un dedo y dejé que los rayos de ese sol que tu tapabas me encandilaran más cada segundo que pasaba contigo. Me abandonaste, borraste todo lo que habíamos construido con sólo apretar un botón, mientras yo seguía confiando en la luz que me brindaba la oscuridad de tus ojos y el color sereno de tu voz.