martes, septiembre 19, 2006

The Yein!

Todo comenzó el jueves 7 de septiembre. Una inusual compañía tocó mi timbre a eso de las 17.45 de la tarde. Era mi amiga Karin. Una de esas amigas que en la vida pasas distintas etapas, treguas, peleas, etc, pero que igual con el tiempo vuelves a fundir lazos duraderos.
Ese día me había comprado el The clinic y riéndonos de buena gana con los tradicionales "sabía usted..." encontramos una publicidad de la Yein fonda.
La karin me dijo "yo fui hace 2 años y es muy buena"- yo de inmediato me entusisamé y con mi obseción de siempre empecé a hincharla para que fueramos, esta vez juntas.
Empezamos a llamar a los amigos, esos que siempre están, pero cada vez que quieres organizar algo con más tiempo siempre echan el poto pa las moras y te dan argumentos inválidos pa no acompañarte a un carrete memorable. Obvio que después se arrepienten.
Bueno, pero pa no aburrirlos más sigo con la historia. El tiempo pasó rápido, ya habíamos organizado gran parte de las entradas, y las personas que nos acompañarían eran las más "adecuadas" para el vituperio. Los demás como siempre dieron argumentos malos... "la huea mala" como diría alguien por ahí.
Sacamos entradas para el 18! nos preparamos en la casa de la Fran, con una previa dignas de "niñitas bien" nos arreglamos, es decir, nos echamos una manito de gato y salimos en busca del vituperio esperado.
Nos trasladamos en metro. recorrimos todo Santiago, caminamos por toda la Quinta normal, un poquito chambriadas, hay que reconocerlo.
Entramos a la fonda a las 22.23 minutos. Parece que íbamos con suerte, pues a pesar de estar lleno a esa hora encontramos mesa al tiro, tomamos un tradicional borgoña y empezamos la charla de "centro de madres". Con cueca de fondo, huasos muy cuicos y el Liguria como auspiciador comenzaban a tocar LOS TRES. La masa se empezó a agolpar cerca del escenario. Al son de canciones memorables, la masa amorfa transpiraba energética. Cantaba desaforada, las luces entuciasmaba a los más pajeros que a esa hora bostezaban en las mesas y descansaban las patitas pa otro pie de cueca.
Un Tommy rey más melancólico que sandunguero hacian tocar las trompetas de sus músicos pa que las personas que habian descansado hacía unos minutos tras la rutina de Daniel Vilches volviera a encender los turbos de los zapatos y comenzaran a mover el esqueleto con el tradicional "tite" y la "parabólica".
La yein es un carrete completo. Da lo mismo si es cara, lejos y seudo selectiva. Da lo mismo si va "gente bien" o no.
Es la raja compartir con gente diversa, ver a muchos celebrando algo en común. Bailando cueca aunque nunca en tu vida lo hayas hecho. Embriagándose con fruta y vino chileno y obvio que es siempre es bueno compartir con personas que cada cierto tiempo vuelven a ti para reencontrarse con buenos momentos, como el de anoche.

1 comentario:

Mujer con sombrero dijo...

Hola amiga!!!!!!!!
Primero que nada, super bueno tu blog, no lo había visto... ahora que también tengo uno me interioricé en este mundo jajaja
Oye que weno que lo pasaron tan bien... Yo me arrepiento de no haber ido, porque fui al Parque O'Higgins y no estaba tan bueno (podi creer q no pusieron una sola cueca?). Bueno, pal otro 18 será.
Besos y sigue escribiendo!!!!!!!!
Rocio